Lo de Japón no ha sido una tragedia espantosa. Ha sido un mensaje, un aviso de descerraje, una notificación, un memo agnóstico y terráqueo. Lo de Japón no es un terremoto seguido de un tsunami y una crisis nuclear: es una lección de historia, un postgrado en geología, un recuerdo de nuestro inquilinato parasitario en el planeta que estamos matando.

(Fuente: fragmento de Matices de Cesar Hildebrandt)

Me parece increíble que Cesar Hildebrandt sea uno de los pocos peruanos sino el único que haya tocado el tema de Japón como es, ningún otro medio, ni periodista, ni bloggero se ha detenido a meditar por un momento sobre la trascendencia de este cataclismo, quizás por la enfermiza fiebre de las elecciones o porque sus neuronas simplemente no dan para tanto.

 La construcción de cinco Centrales nucleares en la zona sísmica más activa del planeta es el más grande error que pueda haber permitido la humanidad. Esto no es desarrollo, no es un avance, desgraciadamente refleja el poco desarrollo de nuestra inteligencia.

La emisión de radioactividad de las centrales nucleares japonesas no es algo que concierne solo al Japón, la radioactividad emitida no se va a detener en la frontera japonesa. La radioactividad es algo que se propaga por todo el mundo vía nubes radioactivas, viruses, aire y cada organismo vivo incluyendo los que viven en el mar.

El peligro se dá para la humanidad, la flora y la fauna que habita la tierra. La radioactividad puede  ocasionar trastornos mentales, mutaciones, nuevos viruses por lo tanto nuevas pestes.

Es una advertencia de lo que le puede pasar a la vida misma y desaparecerla de la faz de la tierra, puede ser el llamado Apocalipsis, el fin del mundo, la profecía maya, Nostradamus o como quieran llamarla. Así como hoy en día especulamos por la desaparición de los dinosaurios o el hundimiento de la Atlántida igual en el futuro alguien se podría estar preguntando: Porque desapareció nuestra civilización. Quizás la respuesta sea:

“Construyeron Plantas de Energía Nuclear en los sitios mas inadecuados de la tierra y sin tener pleno dominio de esa tecnología, lo cual se convirtió mas tarde en la bomba de su auto destrucción”

El famoso físico norteamericano Michio Kaku, profesor de la Universidad para Graduados de la ciudad de New York respondió ante la pregunta:

Como compararía la inteligencia de los habitantes de la tierra con la de los habitantes de una supuesta civilización extraterrestre avanzada?

La respuesta fue:

"Supongamos que Usted está caminando al lado de una carretera haciendo una inspección ocular con el propósito de ampliarla, de pronto ve a un lado una colonia de hormigas. Se acercaría usted a las hormigas y trataría de comunicarse con ellas? Le ofrecería regalarles algo? Les ofrecería darles alguna herramienta para que construyan mas rápido sus nidos? O le ofrecería Energía Nuclear?  O les diría: Llévenme con su jefe.

No, lo normal es que Usted las ignore y por el apuro quizá hasta pise algunas de ellas y al momento de ampliar la carretera quizás un tractor destruya la colonia. Por el otro lado, acaso las hormigas sabrían que es una carretera, para que sirve, para que la amplían, acaso sabrían que es un auto o un camión. No, las hormigas estarían totalmente despistadas, podrían estar mirando la carretera por horas, días o años y sin saber nunca que es o para que sirve.

La distancia de inteligencia entre las hormigas y nosotros es aún pequeña para compararla con la distancia entre nosotros y una civilización inteligente desarrollada de tipo III."

En que anda nuestras colonia de peruanos

Mientras los medios están ocupados con los dimes y diretes de los candidatos presidenciales, los ciudadanos están pensando en los platos que recomienda Gastón Acurio para el almuerzo o si van a ir a ver a los abuelos de la Fania este fin de semana. Otros están preocupados porque se demoran tanto en considerar al Perú como país de primer mundo si ya tenemos malls, metropolitano y hay muchos autos del año que circulan.